Él sabe de sobra que los gestos delatan a las personas. De hecho, se gana la vida interpretándolos. Su sagacidad al respecto es conocida en el mundo empresarial, aunque también lo llaman algunos particulares. En cualquier caso, actúa un poco como un mago: nunca revela sus trucos. Y es que hay algunos muy sencillos. Le basta ver que una persona responde a una pregunta mirando hacia la izquierda para saber no es de fiar: esa persona miente.
Desde hace un tiempo, está llevando el trabajo más allá de los límites estrictamente profesionales. Conocedor del misterioso lenguaje del cuerpo humano en general, está adaptando los gestos del suyo en particular para esconder sus infidelidades. Por eso, cuando llega tarde a casa y su mujer le pregunta dónde ha estado, él mira hacia la derecha y se apresura a responder que ha tenido mucho trabajo. Ya, yo también, le dice ella mirando hacia la izquierda.
Escritora.
Ja…Amor correspondido…Ese lenguaje conocido,pero tan evadido.
Muy bueno su micro!!!
Bueno, más bien "infidelidad correspondida" :o)
Gracias Rosio!
Y bien se lo merece él. A cada cual el pago con su moneda…
Un beso
:o) Pues sí, Patricia, muy bien dicho!
Un beso.
Y encima ni se da ni cuenta, pendiente como está de ocultar su propia infidelidad, y si le preguntaran diría "noooo, mi mujer nunca haría eso"! Al final es humano como todos.
Abrazos Belén
Lo de la mujer se podría llamar "infidelidad preventiva" En fin, sise dijeran la verdad o se separa, o forman un cuarteto, de cualquiera de las dos formas por lo menos podria mirar de frente…
Excelente relato, me ha gustado mucho!
Gracias a todos!
Ana, en casa de herrero, ya se sabe lo que pasa! :o)
Jesús, buena reflexión. Mala cosa cuando no se puede mirar a alguien a los ojos…
Un abrazo
Buen relato Belén, deja muy claro que uno se mira tanto el ombligo que ni se da cuenta de lo que sucede a su lado. Si quizás lo hablaran hasta recuperarían lo que han perdido, pero llegados a este punto, ni siquiera son capaces de ver que que lo suyo es rutina=ruina. Un abrazo.
Gracias, Maite, lo has resumido muy bien. Es una mezcla de "ombliguismo", indiferencia mutua y ceguera: no ven porque no quieren hacerlo.
Un abrazo.
ja,ja,ja,ja,ja… buenísimo, Belén. No es fácil que me ría a carcajadas… y lo has conseguido. Muy bien llevado hasta el final.
Resulta… no sé, triste o patético… que aún pretendamos que nuestras parejas nos sean "fieles". Cuándo se paró la evolución?
Un beso desde el futuro.
Gracias Kum*! Curioso lo de la evolución. No sé si eso es evolucionar, involucionar o qué, pero bueno, me gustaría pensar que es cuestión de cada uno(o de cada dos, mejor dicho). Un beso, aunque te llegará una hora más tarde… :o)
Jaja, cuántos hay de éstos, siempre queriendo ser más listos que el de al lado.
Saludos
Bienvenido, Miguel! Pues sí que los hay, pero estoy segura de que siempre encontrarán a alguien que les haga ver que están equivocados (o eso espero). Un saludo.
Me volvió a encantar Belén… te lo digo mirando a la derecha. A la otra derecha. Bueno, ya sabes…
Pd: hmmmm… oye, a Zöe le queda un poco grande el violín, no?
Mientras leía el relato pensaba que hablabas de mi, pero claro no me conoces y además ella siempre me mira a los ojos, creo…
Muy bueno!!
Gracias Kum*! Estaba pensando que en la foto del perfil miro hacia la derecha, me faltó poco para quedar fatal! :o) No te metas con Zoë!!! :oP
Julio, te deseo que siempre se miren a los ojos! Gracias por pasar por aquí.
Un abrazo para cada uno.
¡Chulísimo! Si admites una pequeña crítica diría que quedaría mejor embeber el primer párrafo con una línea en el segundo (sólo la parte de mirar hacia la izquierda).
¡Suerte en la reunión!
🙂
Acuática, no está mal la idea! :o) Gracias, e igualmente.
Un abrazo.
Hola Belén
Quería invitarte a que pases por mi blog y leas la narración homenaje a todos los compañeros de anónima: http://azullavable.blogspot.com/2010/10/ejercitando-la-derrota.html
Saludos
Julio
Es divertida la situación como la narras.
Seguramente ninguno de los dos quieren mirarse a la cara.
Pero, por que vuelven los dos a su cárcel?
Se han condenado a cadena perpetua?
No veo culpables, solo heridas de guerras que nunca curarán.
Me encanto este blog
Un piacere
Sicilia..
¿Comodidad? ¿Rutina? Puede ser razones suficientes para no ver más allá (se mire en la dirección en la que se mire…)
Gracias por tu visita, Sicilia.
Un abrazo.