Última voluntad

Había aceptado cumplir el rol del muñeco, movido por una visión poética del suicidio. Con esa convicción fue clavando agujas en su propio cuerpo, mirando de reojo, entre perplejo y complacido, cómo se retorcía una pequeña réplica de sí mismo realizada para practicar vudú.

Microrrelato ganador en la 9ª quincena del concurso Imaginarte Minificciones en Cadena. La frase de inicio debía ser “había aceptado cumplir el rol del muñeco“.

15 comentarios en «Última voluntad»

  1. Je, je… Esto de clavarse agujas uno mismo para hacer daño a otro, me recuerda a una frase que se decía mucho en mi pueblo:

    "Pa que se joda el capitán, no me como el rancho…"

    Un abrazo.

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  2. Gracias, Ana! Había que buscar alguna alternativa diferente, pero al final no ha sido tan original.

    Álfil: jajaja! Conozco el dicho: cuánta sabiduría… :o)

    Por cierto, el texto pasó a la final tras superar las votaciones internas. Hoy empezaron las votaciones abiertas a todo el mundo.

    Un abrazo para ambos!

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  3. guitarrista sin blog (GsB de aquí en adelante):
    ¿no pensó alguien en comprar calmantes para las réplicas de nosotros mismos que se retuercen cuando decidimos suicidarnos o jubilarnos de la vida?

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  4. Querida amiga Belén:
    Quiero darte las gracias por enviarme estas maravillosas joyas en forma de relatos.
    Yo creo que lo que se regala desde el corazón, debe ser agradecido desde el mismo corazón.

    Gracias por deleitarnos con tu arte,

    Antonio Luis Concepción Medina

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