El obsequio no era la tarta, ni los globos. Ni siquiera, su cuerpo envuelto en un provocativo conjunto negro. El regalo era todo su ser sin reservas, su esencia sin envoltorio en el que esconderse. Y como un niño maleducado, lo rompió nada más recibirlo.
Microrrelato escrito para la sección ¿Qué ves? de La esfera cultural.
Escritora.
Lo leí esta mañana en La Esfera y me parecio excelente. Felicidades.
Gracias, Luisa! Yo acabo de verlo publicado. Eestaba viendo las novedades en Blogger, y cuando leí el texto, pensé "Ay, esto es mío…" :o) Pensé que tardarían más en publicarlo…
Un abrazo
Muy bueno Belén!!
Y me alegro de la publicación!
Un abrazo!!!
Eso pasa con los niños maleducados… de grandes suelen empeorar. Muy bueno Belén, me gustó!
Saludos!
Muchísimas gracias a los dos!
Un abrazo para cada uno.
Buen micro, buena fota, buena publicación, 😉
Gracias, Jesús!
Un beso.