Recuerdo que una vez me invitó un colega (es violín barroco) a un concierto de música antigua… Bien, salió una chica y presento tres o cuatro piezas que iban a tocar a continuación (yo flipé en general, y sobre todo con ciertos instrumentos que tocaron, como el clavicordio, entre otros que no recuerdo nombre, no pensaba que me pudiera gustar tanto esa música) y como no estoy acostumbrado a esos eventos, cuando hicieron la primera pausa me puse a aplaudir, bueno, yo y otro amigo, jajaja, enseguida nos dimos cuenta que "no tocaba" 😛
Al salir, mi amigo Pavel (el violinista) me explicó que la gente no suele aplaudir hasta que se tocan las dos, tres o cuatro piezas que se presentaban cada vez… ¿cómo iba yo a imaginar eso?
Pero tambien me dijo que antiguamente, cuando esa musica se tocaba era en comidas, celebraciones, etc… y la gente era tan espontanea al expresar sus emociones como lo es el público que va a ver un festival de rock… y que el problema estaba en que se había "protocolizado" demasiado este tipo de recitales de música antigua, y que a el le gustó nuestra reacción, aplaudir cuando algo nos gusta, no cuando lo hace el concejal de cultura XD
Por cierto, después de unos vinos en el bar del barrio, Pavel violin barroko estaba animado… se puso a tocar musica de esa… y al ver que la gente no estaba muy por la labor… se subio en la barra del bar y acabó todo dios flipando con el, tocando temas de mozart y compañía a toda leche y haciendo el payaso como solo el sabe, jajaja… Pues eso, que estoy seguro de que a cualquier músico, por muy seria que sea su obra, le gusta sentir el calor del público… (joder, me he enrollado un rato ¿eh?…)
Madre mía, te debería dar un premio al comentario más extenso! :o) Es que ese tipo de concierto tiene sus normas propias, por decirlo de alguna forma. Los aplausos van al final de la obra (si tiene varios movimientos, se aplaude al final del último), y respetarlo es una forma de que el músico se mantenga concentrado, como un pacto entre el músico y los oyentes. Pero si no es así, no pasa nada, tampoco… Lo importante es la música, y que todos los implicados disfruten del concierto.
Utilizamos cookies propios y de terceros para mejorar nuestros servicios y experiencia de usuario. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede leer aquí nuestra Política de PrivacidadOK
Política de Privacidad y Uso de Cookies
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
Y es que en un concierto, el instrumento más importante lo toca el público. Eso me dijo una vez Fofo. Y ya me callo…
Besos
:o) Fofo tiene tiene razón, el público es muy importante, pero a veces no lo sabe…
Besos!
Preciosoooooooooooooooooooooo!!!!!!
:o) Gracias!!!!!!!!!!!!!!
Recuerdo que una vez me invitó un colega (es violín barroco) a un concierto de música antigua… Bien, salió una chica y presento tres o cuatro piezas que iban a tocar a continuación (yo flipé en general, y sobre todo con ciertos instrumentos que tocaron, como el clavicordio, entre otros que no recuerdo nombre, no pensaba que me pudiera gustar tanto esa música) y como no estoy acostumbrado a esos eventos, cuando hicieron la primera pausa me puse a aplaudir, bueno, yo y otro amigo, jajaja, enseguida nos dimos cuenta que "no tocaba" 😛
Al salir, mi amigo Pavel (el violinista) me explicó que la gente no suele aplaudir hasta que se tocan las dos, tres o cuatro piezas que se presentaban cada vez… ¿cómo iba yo a imaginar eso?
Pero tambien me dijo que antiguamente, cuando esa musica se tocaba era en comidas, celebraciones, etc… y la gente era tan espontanea al expresar sus emociones como lo es el público que va a ver un festival de rock… y que el problema estaba en que se había "protocolizado" demasiado este tipo de recitales de música antigua, y que a el le gustó nuestra reacción, aplaudir cuando algo nos gusta, no cuando lo hace el concejal de cultura XD
Por cierto, después de unos vinos en el bar del barrio, Pavel violin barroko estaba animado… se puso a tocar musica de esa… y al ver que la gente no estaba muy por la labor… se subio en la barra del bar y acabó todo dios flipando con el, tocando temas de mozart y compañía a toda leche y haciendo el payaso como solo el sabe, jajaja… Pues eso, que estoy seguro de que a cualquier músico, por muy seria que sea su obra, le gusta sentir el calor del público… (joder, me he enrollado un rato ¿eh?…)
Madre mía, te debería dar un premio al comentario más extenso! :o) Es que ese tipo de concierto tiene sus normas propias, por decirlo de alguna forma. Los aplausos van al final de la obra (si tiene varios movimientos, se aplaude al final del último), y respetarlo es una forma de que el músico se mantenga concentrado, como un pacto entre el músico y los oyentes. Pero si no es así, no pasa nada, tampoco… Lo importante es la música, y que todos los implicados disfruten del concierto.