Aquel año no llegó el verano. El siguiente, tampoco. Con el tiempo, se acostumbraron a aquella primavera otoñal que desembocaba en un crudo invierno.
Cuando su hija llegó a la edad de las preguntas, él se vio en la necesidad de explicarle cómo eran las largas tardes de sol, el brillo de éste sobre las olas y el cosquilleo del calor en la piel. Entonces, cuando se suponía que él había llegado a la edad de las respuestas, entendió por experiencia propia el significado de la palabra nostalgia.
Escritora.
me hiciste pensar en mi hija, y en como será la edad de las preguntas para ella y para mi.
me gustó mucho tu blog. como escribes lo que escribes.
shau!
Gracias, "Yo". Seguro que será una etapa muy bonita para ambos…
Un abrazo.