“Es el destino”, pensaron cuando dijeron sí quiero mirándose a los ojos. Ahora, mientras discuten las condiciones del divorcio, sólo tienen una idea en mente: maldita casualidad.
Microrrelato publicado en La esfera cultural.
Fotografía: Caminos, de Saray Rojas.
Escritora.
Espero que no sea consecuencia del anterior micro 😉
Besitos
El destino, los hados ¿Casualidades? Si pudiéramos saberlo seríamos dioses.
Muy buen micro Belén!
Tal vez el destino también. No solo se atrae lo bueno. Toco madera. Espero que tenga refinado el imán y llegue lo mejor a mi vida.
Muy bien planteado ese cambio de perspectiva, aplicable a infinidad de cosas, no sólo en el reflejo negativo, si no dándole la vuelta y viendo lo positivo. Un abrazo.
Anita: yo también :o)
Gracias Patricia! Tengo la sensación de que traspasamos la responsabilidad de nuestros actos a cosas tan abstractas como la casualidad o el destino, cuando somos nosotros los que decidimos. Lo interesante sería saber las consecuencias previamente. Eso estaría en la línea de lo que comentabas.
Manuel, me quedo con tu idea del imán en tanto que pienso que atraemos cosas de todo tipo, dependiendo de lo que pensamos o transmitimos. Si realmente sientes que llegará algo bueno a tu vida, será así, ten confianza.
Gracias Maite! Es que todo depende de cómo se mire. Probablemente los protagonistas del micro pensarán, cuando encuentren otra pareja con quien compartir sus vidas, algo así como "vaya, éste sí que era mi destino, tuve que pasar por todo aquello para llegar a esta relación", etc.
Un abrazo para todos, y gracias por pasar por aquí.
¿Casualidad? ¿responsabilidad? ¿dónde está el límite? Me ha gustado mucho.
Besos
Gracias, Su! No lo sabemos, pero aún así tenemos que tomar decisiones y vivir de la mejor forma que podamos.
Un abrazo.
Algunas relaciones empiezan y acaban, pero lo realmente importante es lo que pasó por el camino. Seguro que pueden rescatar muchos momentos y con ellos deberían quedarse para no cometer los mismos errores en otras relaciones.
Un beso que cree firmemente en la capacidad inmensa de amar del ser humano.
Bueno, y si les sale bien, siguen pensando que fue el destino…Peeeeeeero la cosa es que fuese quien fuese el responsable, destino o casualidad, sucedió, no?
Besos!
Claro, todo lo que sucede cuenta, y por tanto hay de todo: bueno, malo y regular. Se puede ver como se quiera, realmente, y por tanto lo mejor es extraer conclusiones positivas con las que se pueda mejorar, como apuntaba Odile.
Un beso para las dos!
No creo en el destino, sí en la suerte y en las decisiones que toma cada uno, las cuales se pueden basar en "fundamentos" o en "ensoñaciones" que queremos ver o "nos hicieron ver"….
En fin, si siembras calabazas pues tendras calabazas, y si siembras lechugas,pues lechugas, con un poco de suerte lloverá y serán grandes, con mala suerte no llueve y seran decepcionantes, a menos claro está que seamos previsores, sepamos ver "las señales" que nos indican sequía e instalemos "un tanque"
Jesús, gracias por tu visión práctica del asunto. Y ojo con lo que siembras! ;o)
Hmmmm… a mi entender no es cosa del destino o la casualidad. El mayor motivo de divorcio es, sin duda,… el matrimonio.
No lo digo yo,… que soy un mero…, un mero.
Lo dijo Groucho. Que era un gran… Goucho.
Besos, Belén.
Kum*, gracias por dejarte caer por aquí también, vi tu comentario en La Esfera Cultural. Groucho y tú tienen razón, pero el matrimonio también es uno de los responsables de que algunas parejas lleven 40 años casados… :o) En realidad hay de todo.
Besos.
Sí, llevas toda la razón, cierto,… cierto. 40 años!!… Pobres!!
Fue también el Gran Groucho quien dijo "el matrimonio es una gran institución… si quiere usted vivir en una institución,… claro".
Un beso grande, Belén,… y unas sonrisas.