Pedro, el oculista, ha salido corriendo. Atónitos, sus pacientes lo ven alejarse por el pasillo. No logran entenderlo. Es más, nunca han presenciado algo así.
Pedro sigue corriendo, y a su paso va dejando la misma expresión de asombro en todo aquél que lo ve atravesar el hospital. La mayoría lo identifica como el doctor Ruipérez, el conocido oftalmólogo, pero en ese momento es sólo un hombre que corre para llegar a tiempo. Y parece que va a conseguirlo. Al fondo, ve una enfermera que le sonríe. Cuando llega a su lado, está sin aliento. Llegas tarde, le dice ella. Tu mujer ha tenido un niño.
(Relato escrito para el concurso Relatos en Cadena: escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser. El comienzo debía ser “Pedro, el oculista, ha salido corriendo“)
Escritora.
Llega tarde, pero llega para siempre…
Besos
Y tanto, Su, y tanto…
Un abrazo.
Un parto rápido, sin duda 🙂
O un hospital enorme… :o)