Prólogo

   Comenzó aprendiendo a dibujar frutas y bodegones. Cuando ya dominaba los claroscuros y los secretos de la perspectiva se inició en los rostros y paisajes, hasta crear con ellos un mundo único. Pero un día descubrió que alguien le había estropeado una manzana. Entonces arrugó todo lo hecho y optó por modelar con arcilla.

2 comentarios en «Prólogo»

  1. Por lo menos solo cambió de rubro, no acabó del todo su gusto por el arte.

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