Vive en la calle por decisión propia. Nadie puede obligarle a dormir en una cama con sábanas limpias en lugar de una playa techada de estrellas, y él lo sabe. Sentado en cualquier parte, contempla el ir y venir de la gente que pasa a su lado, observa cómo lo evitan, cómo marcan distancias. Ilusos. Ciegos de prejuicios, son incapaces de ver que es él quien no quiere saber nada de ellos.
Escritora.